miércoles, 3 de junio de 2009

hay Justo ... ni aúnn

Todos decimos que somos pecadores cuando se trata el asunto en términos generales, y lo aplicamos colectivamente, pero a la hora de la verdad, cuando cada cual piensa en sí mismo, son pocos los que aceptan realmente que en ellos no hay nada bueno. Si así no fuera no habría tanto altercado, tanta violencia, tanto afán de autojustificación ... cada cual está constantemente defendiéndose ... "Yo estoy bien; el que está mal es el otro".

En una de sus salidas, Jesús se encontró en el camino con un joven, quien le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. (Marcos 10:17-18) Si Jesús mismo no se consideró bueno ... ¿cómo seremos nosotros? Fue por esa razón que Jesús vino al mundo, para salvar a los pecadores.

Hubo un fariseo que, orando consigo mismo, daba gracias a Dios porque consideraba que no era pecador como los demás; se consideraba justo por lo que hacía o dejaba de hacer. No muy lejos de él, un publicano hacía todo lo contrario: Se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. "Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla, será enaltecido." (Marcos 18:11-14)

ROMANOS 3:10-12
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.

Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien
haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

ROMANOS 3:23-24
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.
Siendo justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en Cristo JESUS.

1 TIMOTEO 1:15
Palabra fiel y digna de ser recibidas por todos:
Que Cristo vino al mundo para salvar a los pecadores,
de los cuales yo soy el primero.

GENESIS 6:5-6
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra,
y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos
era de continuo solamente el mal.

Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra,
y le dolió en su corazón.

EZEQUIEL 18:31-32
Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que
habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo.
¿Por qué moriréis, casa de Israel?

Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor;
convertíos, pues, y viviréis.

ISAIAS 55:6-7
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano.

Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos,
y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

PROVERBIOS 28:13
El que encubre sus pecados no prosperará;
mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.

Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios;
mas el que endurece su corazón caerá en el mal.

SALMO 51 :10, 13
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
y los pecadores se convertirán a tí.

LUCAS 15:18-19
Me levantaré e iré a mi Padre, y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra tí.

Ya no soy digno de ser llamado tu hijo;
hazme como uno de tus jornaleros.

JOB 42:5-6
De oídas te había oido, mas ahora mis ojos te ven.
Por tanto me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza.

LUCAS 18:13
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar
los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo:
Dios, se propicio a mí, pecador.

LUCAS 5:8
Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante JESUS, diciendo:
Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

LUCAS 15:7
Os digo que así habrá más gozo en el cielo
por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos
que no necesitan de arrepentimiento.

SANTIAGO 5:20
Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino,
salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.

JUAN 3:16-17
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por El.

editor: ed

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